miércoles, 22 de junio de 2016

Manojo





Se olvidó las llaves
un secreto resguardado
con metal que
quedó ahí
al descubierto
como si alguien pudiese adivinar
qué puertas abren.
El buzón
las oficinas
el departamento.
su casa.
Cada mundo cerrado
hasta que recuerde
que en la casa de la amante
tiró las llaves junto al cinto
en tanta prisa
por sus trámites.
Ahora ve puertas cerradas
y se detiene a buscar y buscar
entre sus ropas, en el auto,
en el camino.
La mujer,
que encontró el manojo en el suelo
se lo cuelga en la cintura
y camina para recordar el tin tin
de él cuando llegaba
y su apuro por irse sin un beso.
Y entonces arroja el manojo
por la ventana-


Mónica Mera-

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