martes, 28 de abril de 2015
Deriva
Esa soledad que le habla
tan seguido por teléfono
que manda mensajes de texto
a cada rato,
esta ausencia sin nombre que llama
con un número no identificado
Le suena en el cuerpo a 90 decibelios
este dolor, su dolor, su ruido de la ausencia
se aparece vestido de esqueleto y se desploma
sin un hueso de caricia vertebral que lo sostenga
Y cada día, cada mañana arma las piezas
de si misma
juntando vertebras, y fémures
su vida articulada en 208 partes
que la paran, frágiles
arriesgando
cada parte de sí, a la deriva-
Mónica Mera-
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