la que suena
sobre la chapa
del techo,
los gritos de los dos
no se escuchan
hacía afuera.
El cuarto
se ve mojado por las goteras y las lágrimas.
Y aquel temporal
va sucediendo adentro hasta
el silencio.
La noche es tormenta
y el deseo desesperado
los posee en el dolor
de perderse.
La lluvia sigue sonando.
Ellos
vacíos de razón
se duermen
ya sin fuerzas .
Mónica Mera.
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