Se nos escapan las manos
cuando amamos
y las piernas
Se nos alarga la voz
entre los árboles
para llamarnos
Se nos dislocan los versos
y se desprenden en partes
de un mismo poema,
que pronuncia nuestros nombres
y nuestros miedos.
Cosas del amor,
antes todo era un paisaje calmo
y chato.
Mónica Mera-
No hay comentarios:
Publicar un comentario